'Carnaval, Carnaval, Carnaval te quiero. Bailaremos, sin parar, "comeremos" sin parar, por el mundo entero'. Tal y como indica la canción, es tiempo de disfrazarse y de olvidarse de las penas que nos asolan. Y qué mejor época para ello que el Carnaval. Cada uno se divierte a su manera, excepto los ingleses a los que les encanta ir a contracorriente y hasta agosto no celebran estas fiestas del disfraz. En España, tenemos la chirigota andaluza, los espectaculares desfiles de Canarias, o los Inauteris de Tolosa. Esta población, nunca dejó de celebrar el Carnaval ya que en la era del Franquismo, a pesar de estar prohibido, los tolosarras taparon la fiesta denominándola "Fiesta de primavera". Son Carnavales informales, nada que ver con la elegancia del Carnaval de otros puntos como Italia y sus máscaras u obras teatrales; y diferente a la pomposidad de Carnavales como el de Río. Y eso es lo que le hace especial a esta localidad guipuzcoana. Cada uno se viste como quiere, participa en la carroza que ha diseñado y disfruta a lo loco entre baile, risas y más risas.
Frappe
Además del cambio de "look", lo que caracteriza a los Carnavales son los excesos de comida, especialmente el de azúcar. Por ejemplo, en Tolosa, las rosquillas de San Blas endulzan febrero. O en Galicia, las filloas. Seguro que son un elenco infinito los dulces en estas fechas y quisiera destacar que en Italia el dulce por excelencia del Carnaval es el Frappe. Exquisito, está expuesto en todas las pastelerías por doquier. Los ingredientes que se utlizan en su preparación son: Harina, huevos, azúcar, mantequilla, aceite de cacahuete, limón, sal y azúcar glass. Por cada 200 gramos de harina, se deben utilizar dos huevos, una cucharada de azúcar y 40 gramos de mantequilla.
Su preparación no requiere mucha dificultad ya que consiste principalmente en crear una masa con la harina, huevos, mantequilla, azúcar y ralladura de limón. Cuando ésta es homogénea y suave, se crea una bola y se deja reposar al menos media hora. A continuación, hay que extender la masa con un rodillo y hacer tiras con un objeto o una rueda dentada que dan forma a estos dulces. Una vez se obtienen las piezas de frappe, consiste en freírlos en aceite de cacahuete o de meterlos al horno durante aproximadamente 10 minutos a 200 grados (bañarlos en este aceite antes de hornearlos). Finalizado el proceso de elaboración del dulce, sólo falta espolvorearlo con azúcar glass para que esté listo para ser devorado.
