miércoles, 28 de noviembre de 2012

Desde Roma con amor

Llegar por primera vez a la ciudad eterna es averiguar realmente por qué lo es. Es una ciudad difícil de conocer, enorme y mágica. Camine por donde se camine, siempre hay un monumento, una iglesia o una plaza que ver. Quizá por ello es uno de los lugares del mundo que más bienes arquitectónicos posee. Esconde una ingente cantidad de ruinas arqueológicas que guardan historias de las civilizaciones que un día allí residieron. Esta ciudad según la leyenda fue creada por Rómulo y Remo, amamantados por una loba, y teniendo por referencia siete colinas. Su extensión es de 1.285 km2 y tiene alrededor de 2.800.000 millones de habitantes. Es una ciudad extensa que requiere de transporte para ir de un lado a otro en la gran mayoría de ocasiones. Uno de los defectos de la ciudad, teniendo en cuenta los baremos modernos, es que moverse por la ciudad es un poco caótico. Hay demasiados coches y un gran tráfico en la mayoría de los casos. Hay una buena red de autobuses, no tan buena como la de metro, aunque siempre se necesita mucho tiempo para llegar al destino deseado. Uno de los motivos que dificultan el desarrollo del metro es que cada vez que se excava una parte del suelo romano, suele aparecer un resto arqueológico. Es lo que tiene ser la ciudad eterna. En ocasiones puede resultar una una ciudad caótica pero la movilidad por la ciudad es sólo un pequeño en contra ya que son muchos los pros de este enclave. Como por ejemplo, el arte o la buena gastronomía. Pero en definitiva, Roma es, un lugar en el que cada esquina emana un halo de historia, de misterio. Un tesoro del que pocas ciudades gozan.


1 comentario:

  1. Espero poder conocer pronto la ciudad y que me puedas enseñar los lugares que describes. Bss

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