Con la llegada de la primavera, la fundación italiana sin ánimo de lucro denominada Fondo Ambiente Italiano (FAI) dedicada a la conservación y respeto de la naturaleza, ha ofrecido una “jornada de puertas abiertas” (aunque normalmente la entrada al parque cuesta 6 euros) a los paseantes que quisieron deleitarse con la belleza natural que desprende el parque Villa Gregoriana situado en la localidad de Tívoli.
Tras la construcción de estas dos galerías se puede decir
que una de las atracciones del parque hoy en día es su cascada de 120 metros,
especialmente cuando el caudal del río es más abundante. Sin embargo, no es la
única cascada existente ya que en toda la ladera del monte hay una serie de pequeñas
cascadas naturales que también brindan un toque de hermosura al parque.
Villa Gregoriana fue construida sobre algunas ruinas romanas
ya que el Imperio Romano también había dejado sus huellas en esta localidad
italiana. Asimismo, el parque se creó a los pies de la antigua acrópolis de la
ciudad. Es por todo ello que el parque alberga un gran valor histórico y
artístico a parte del sabido valor natural. En las faldas del monte uno se puede
encontrar con bosques, senderos y grutas naturales. Al tratarse de un parque a
desnivel existe una ruta para atravesar este parque. La ruta cuenta con vistas
espectaculares al valle creado por el río Aniene y al monte Belvedere situado
al otro lado del valle. El recorrido del parque termina en el Puente Gregoriano
y el templo de Vesta. Se trata de un templo romano de estilo corintio que aún
conserva parte de su arquitectura. Es sin duda, otro punto a través del cual se
puede admirar el paisaje natural.
Gracias a la
FAI el parque poco a poco va recuperando vida ya que no todo
el parque ha estado siempre abierto al público por motivos de suciedad.
Antiguamente se depositaban gran cantidad de residuos en esta pendiente del
monte por lo que la fundación se encarga de recuperar y mantener la belleza de
un parque natural para las próximas generaciones. Y es que Villa Gregoriana es
un rincón natural con historia que no se puede descuidar.